Estas arañas corresponden a la familia de las Theraphosidae, se caracterizan por poseer un cuerpo pesado y se las puede hallar en Argentina, Brasil, Chile, Bolivia, Paraguay y Uruguay. Se las suele llamar también con los más comunes nombres de tarántulas o arañas pollito.
Por lo general, su cuerpo presenta un color pardo, cubierto por una densa capa de pelos rosáceos, aunque algunos los presentan oscuros y rojo anaranjados. Sus patas son robustas, lo que les posibilita caminar si inconvenientes por superficies verticales lisas, incluyendo vidrio.
Las Grammostolas son considerablemente sedentarias y en estado natural habitan en cuevas construidas por ellas mismas o debajo de piedras o tronco y acostumbran abandonar sus refugios de noche, para vagar por los alrededores en busca de presas, que se trata de insectos grandes e incluso a otras arañas.
Estas arañas son muy longevas y las hembras pueden alcanzar a vivir entre 15 o 20 años, sobre todo si se crían en cautiverio, en un ambiente libre de depredadores.
A pesar de su aspecto alarmante son arañas inofensivas y en general muy pacíficas, el mayor peligro para el ser humano no se halla en su veneno, sino en el opisthoma, un mecanismo de defensa primario consistente en unos pelitos muy finos, situados en el dorso del abdomen que se desprenden fácilmente cuando la araña se rasca cuando se siente amenazada por un depredador.
Estos pequeños pelos salen lanzados hacia la amenaza, introduciéndose en la piel y en los ojos, provocando una molesta sensación de irritación y picazón.
Dentro del género de estas arañas, la Grammostola rosea y la aureostriata son consideradas las especies más dóciles y aptas para transformarse en mascotas.
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