Escorpión un habitante nocturno

Los escorpiones, conocidos también como alacranes, pertenecen al grupo de los Arácnidos, y comprenden unas mil cuatrocientas especies distribuídas a lo largo de todo el planeta. Sus dos apéndices en forma de pinzas y su cola terminada en aguijón le otorgan su característica imagen agresiva e intimidante, aunque no todas las especies de escorpiones son peligrosas para el hombre.
La gran cantidad de especies de escorpiones hace posible la existencia de ejemplares que midan desde un poco menos que un centímetro  hasta más de 20 cm, como es el caso del impresionante escorpión emperador.
Si bien son característicos de ambientes desérticos, los alacranes se han adaptado a una importante variedad de lugares, que incluyen microclimas húmedos y ambientes urbanos y suburbanos.
Por lo general, los escorpiones tienen hábitos nocturnos y durante casi todo el día permanecen ocultos de la luz solar debajo de piedras, escombros, troncos y tabiques, o en el interior de grietas o cuevas hechas por ellos mismos.
Son cazadores y se alimentan de arañas, cucarachas, grillos y otros insectos, que atrapan con sus pinzas, y desmenuzan o para picarlos rápidamente e inyectarle a través del aguijón su veneno paralizante. También existen algunas especies mayores que no dudan en hacerse un festín con pequeños vertebrados, como reptiles y  roedores.
A su vez, los escorpiones corren el riesgo de convertirse en presa de aves  (lechuzas, búhos y pájaros menores), culebras o serpientes, ie incluso de algunos mamíferos (incluído el hombre). Sin embargo, las especies que se adaptan a los medios urbanos tienen más chances de supervivencia, al no tener enemigos naturales.
De todas las especies existentes, la que puede resultar más peligrosa para el hombre es  la Tityus trivittatus, que se identifica por su color marrón claro, por tener en el dorso de su cuerpo 3 bandas o rayas longitudinales más oscuras, las pinzas finas y alargadas y el último segmento de la cola con un aguijón y una púa, semejantes a dos pequeñas espinas.
El veneno de esta especie es neurotóxico, y sus síntomas incluyen dolores intensos y enrojecimiento en el lugar donde se produjo la picadura. La peligrosidad del Tityus trivittatus puede depender de la edad del alacrán, la cantidad de veneno inyectado, la proximidad de la picadura a los vasos sanguíneos, y la susceptibilidad de la víctima, pudiendo ser muy grave hasta fatal en niños pequeños y ancianos.



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