En la actualidad, se reconoce que los gorilas se clasifican en dos especies generales: Occidental y Oriental. La primera a su vez se encuentra integrada por las subespecies Gorila Occidental de las Tierras Bajas y Gorila del río Cross. Por su parte, los gorilas orientales se subdividen en Gorila de Montaña y Oriental de las Tierras Bajas.
Algunas características comunes de estos simios son su cabeza grande, con la cara desprovista de pelo, la nariz chata, con grandes y anchas fosas nasales, y mandíbulas fuertes y de tamaño mucho mayor que el maxilar. Además, sus extremidades anteriores son más alargadas que las posteriores y les sirven como punto de apoyo al caminar.
Al nacer, los gorilas son pequeños y sólo pesan cerca de 2 kg. Cuando llegan a la adultez, los machos pueden medir hasta 1.80 m y pesar entre 140 y 200 kg., mientras que las hembras miden cerca de 1.50 m y llegan a pesar hasta 90kg.
En cuanto a su dieta, la misma incluye principalmente hojas, tallos, brotes, bayas y frutos, aunque también pueden apetecerle algunos insectos. Si bien carece prácticamente de enemigos naturales, el gorila ve amenazada su existencia por el constante deterioro de su hábitat y por la presencia de cazadores furtivos humanos, a pesar de que en la mayoría de los países en los que vive rigen leyes especiales para su protección.
Un dato curioso: La columna vertebral del gorila carece de las curvaturas que necesita para mantenerse derecho, por lo que es normal verlo desplazarse encorvado, empleando los nudillos de las manos para soportar parte del peso de su cuerpo. Sin embargo, se han registrado algunos casos de ejemplares que pueden caminar erguidos por un tiempo más o menos prolongado, en una postura muy similar a la de su pariente, el hombre.
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