El Quetzal conocido científicamente con el nombre Pharomachrus Mocinno, habita en las selvas montañosas del sur de México y América Central. Incluso es considerada ave nacional de Honduras Guatemala y su nombre se utiliza para denominar a la moneda de ese país.
El plumaje de este ave se caracteriza por su gran colorido y brllantez, luciendo un verde intenso en el cuerpo y un rojo fuerte en el pecho. Su cola está decorada con plumas muy largas, lo que originó el particular sobrenombre de “pájaro serpiente”.
El Quetzal se alimenta de insectos, ranas y frutos, y posee hábitos arbóreos, construyendo sus nidos dentro de agujeros de árboles que él mismo roe con su pico. Una vez terminada su obra, suele poner dos huevos por nidada.
La belleza de este animal hizo que su plumaje sea muy codiciado comercialmente, lo que motivó su cacería por parte del hombre, aunque cabe aclarar que entre los pueblos Maya y Azteca se consideraba imperdonable matar a un Quetzal. Posteriormente, el deterioro de su hábitat natural por el avance del ser humano contribuyó a que en la actualidad se considere al Quetzal como especie en peligro de extinción.
Para paliar un poco esta situación, existen numerosos estudios que intentan lograr la cría y la reproducción del Quetzal en cautiverio, siendo la Universidad Nacional Autónoma de México la que más avances ha registrado en la materia.
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