El origen de esta raza es muy antiguo, y se sitúa en el reino de Siam, conocido actualmente como Tailandia. Luego, el Siamés se fue expandiendo por el resto del mundo, y a mediados de 1880, en Occidente, la raza fue muy difundida y ganó muchísima popularidad. El primer estándar del Siamés fue elaborado en el año 1892, y con el paso del tiempo, se le han hecho modificaciones.
El Siamés posee un cuerpo mediano y esbelto, y extremidades alargadas; su pelaje es corto, brillante y sedoso, y sus ojos son siempre de color azul. El peso de este gato oscila entre los 3 y 4 Kg. El Siamés conserva una apariencia delicada y elegante, su cabeza y su cola son alargadas. La curiosa coloración del Siamés (blanco con una coloración más obscura en la cola, las orejas, la cara y las extremidades) se debe al gen CS, y es sensible al clima (las bajas temperaturas producen un mayor pigmento, es decir, que los gatos nacidos en lugares fríos son más obscuros que los nacidos en lugares cálidos).
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