Esta operación es vital para evitar que el gato en su higiene propia diaria trague demasiados pelos que acabarían formando bolas en el estomago y provocando problemas intestinales y respiratorios.
Los ojos de esta raza también requieren de una atención especial. Éstos necesitan de una limpieza regular ya que los persas son gatos que lagrimean mucho debido a la forma de su nariz. Nunca uses algodón para este procedimiento. Lo mejor es usar toallitas impregnadas en una solución especial para sus ojos (consulta a tu veterinario) y retirar con ellas las lágrimas sobrantes.
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