A medida que veas que tu gato no hace las cosas que solía hacer, o pierde la capacidad y/o el interés en esa actividad, puede ser hora de ir pensando en bañar a un gato para mantenerlo limpio y sano. Hay que cepillar el pelaje de nuestro gato y quitar el exceso de desechos que el gato no se encuentra. Una toalla de papel húmeda, un paño húmedo o toallitas pre-humedecidas (toallitas de bebé), se pueden utilizar para limpiar al gato y limpiar su cuerpo cuando tiene heces sueltas que lo deja con el "culo sucio" u otras condiciones que requieren tu asistencia. Una simple limpieza con toallitas puede no ser suficiente.
De vez en cuando hay sustancias no aptas para que tu gato lama, y éstas se encuentran en su piel, dejando un olor bastante desagradable haciendo que no puedas esperar a que se limpie él solo. Cuando esto suceda, necesitarás dar a tu gato una mano amiga, y bañarlo. Si tu gato muerde es posible que debas obtener un profesional que te ayude en este momento en lugar de correr el riesgo de la pérdida de dedos que tanto cariño los posees. Si eres lo suficientemente valiente para intentar esto por su cuenta, tienes que estar preparado.
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