Es necesario acudir al veterinario si:
* Presenta diarreas o vómitos.
* Tiene falta de apetito o rechaza repetidamente la comida
* Se evidencian lesiones (úlceras, calvas, enrojecimientos, etc) en la piel.
* Realiza un consumo excesivo de agua
* Orina con excesiva frecuencia, no orina o hay presencia de sangre en la misma.
* Se rasca o lame en exceso
* Estornuda y tiene secrecciones nasales
* Pérdida de peso acusada
* Respira con dificultad
* Muestra cambios de conducta muy acusados (agresividad).
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