Su imponente aspecto y gran fuerza no le han servido de mucho a estos hermosos ejemplares para evitar que la caza furtiva y la destrucción de su hábitat natural redujeran su población total a cerca de 2500 individuos, que continúan amenazados por la extinción.
Por lo general, los tigres de Bengala machos miden sobre 3 m. de largo y llegan a superar los 250 kg. Las hembras son mucho más pequeñas y ligeras, ya que pueden pesar 160 kg. y apenas superan los 2,6 m. de largo. El pelaje de estos felinos es de color naranja con sus típicas rayas y con sus partes inferiores de color claro, casi blanco.
Existen casos de tigres de Bengala que, a raíz de una mutación, pueden presentar un pelaje totalmente blanco, pero conservando las rayas oscuras.
Su longevidad en libertad es de entre 10 y 12 años. En cambio, el tigre de Bengala en cautiverio puede llegar a vivir hasta 30 años. Una de las razones de esta enorme diferencia radica en el hecho de que, en libertad, son frecuentes las peleas entre tigres macho, que pueden terminar con la muerte de uno de los combatientes.
Su alimentación, eminentemente carnívora, incluye desde aves a enormes búfalos, pasando por monos, jabalíes, tapires, ciervos y antílopes. Todos estos animales son cazados, por lo general, de noche. Aunque no forma parte obligatoria de su dieta, se han registrado casos de ataques a humanos, aunque los mismos parecen haber disminuido en los últimos años.
Los tigres son animales solitarios y las hembras cuidan de sus cachorros (de los que puede tener una camada de 1 a 4 crías) durante cuatro años. Ese es el período durante el cual los pequeños tigres aprenden de su madre todas las técnicas de caza.
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